Los implantes dentales son dispositivos destinados a crear, ya sea en el maxilar o en la mandíbula, soportes estables, resistentes, eficaces y duraderos sobres los cuales se adapta una prótesis removible o fija con el fin de devolverle al paciente, parcial o completamente desdentado, una función adecuada, un confort satisfactorio y una estética compatible con toda su función social.
Por tanto podemos concluir que implante dental puede ser definido como un elemento artificial colocado quirúrgicamente en lugar de un diente ausente con el objetivo de servir como pilar de una prótesis. Se corresponde a una raíz artificial de titanio sobre la cual se aplican las fuerzas de las prótesis fijas o removibles.
El tratamiento de implantes dentales comienza con un correcto diagnóstico y una buena planificación del tratamiento paso a paso adecuado a cada paciente.
Se realiza en primer lugar una exploración clínica para valorar las necesidades terapéuticas de cada paciente, la ausencia de dientes, el estado de los dientes remanentes, la salud de las encías, la presencia de infecciones, el estado general del paciente, etc.